Título original: El año que no dejó de llover
Páginas: 363
Publicación: 2016
Editorial: Coral
Categoría: Romántica Contemporánea
Páginas: 363
Publicación: 2016
Editorial: Coral
Categoría: Romántica Contemporánea
“Bienvenidos a Kiltarlity. Un pequeño pueblo escocés donde no faltan los hombres rudos, los dialectos imposibles, la tradición de los clanes milenarios y, por supuesto, la persistente lluvia.
A sus treinta y dos años, Leslie Ferguson ha logrado alcanzar el éxito en el trabajo y posee un alto nivel económico, pese a que su carácter avinagrado no despierta demasiadas simpatías en sus relaciones sociales. Cuando es enviada a un pequeño pueblo de Escocia por motivos laborales, la estirada joven no tiene más remedio que viajar hasta allí acompañada por su ayudante personal, Shane. Pronto, Leslie descubrirá que su refinado estilo de vida no es compatible con este lugar: sus empleadas no la respetan, no tiene centros comerciales donde satisfacer su vena consumista, y el encargado de ayudarla en su proyecto es un atractivo highlander que no para de burlarse de ella.
Pero lo que parecía ser una pesadilla compuesta por niebla, humedad y gente tosca, no solo pondrá a prueba su paciencia durante un año, sino que cambiará su vida de forma radical…”
A sus treinta y dos años, Leslie Ferguson ha logrado alcanzar el éxito en el trabajo y posee un alto nivel económico, pese a que su carácter avinagrado no despierta demasiadas simpatías en sus relaciones sociales. Cuando es enviada a un pequeño pueblo de Escocia por motivos laborales, la estirada joven no tiene más remedio que viajar hasta allí acompañada por su ayudante personal, Shane. Pronto, Leslie descubrirá que su refinado estilo de vida no es compatible con este lugar: sus empleadas no la respetan, no tiene centros comerciales donde satisfacer su vena consumista, y el encargado de ayudarla en su proyecto es un atractivo highlander que no para de burlarse de ella.
Pero lo que parecía ser una pesadilla compuesta por niebla, humedad y gente tosca, no solo pondrá a prueba su paciencia durante un año, sino que cambiará su vida de forma radical…”
Opinión personal:
Lo primero... decir que me decidí a leer el libro por la sinopsis, porque sale un highlander a lo “moderno”, me picó la curiosidad y no me pude resistir. Después de eso, el libro me pareció un autentico chasco y estuve a punto de abandonarlo en dos o tres ocasiones. ¡Qué personajes más estúpidos, superficiales e insoportables! No aguantaba a ninguno. Pero absolutamente a ninguno, todos me caían horriblemente mal.
Así que las primeras 100 páginas han sido un total sufrimiento para mí y he seguido leyendo por pura cabezonería porque no me gusta dejar los libros a medias.
Sin embargo, curiosamente, después de ese atasco la cosa mejora bastante. De alguna forma incomprensible se les va cogiendo cariño a los personajes (a pesar de que a mí me seguían poniendo de los nervios con los comentarios, hábitos y gustos de la mayoría de ellos).
Creo que la clave ha sido la ausencia de unos protagonistas destacados. Aunque Leslie es la “protagonista” principal, hay muchos personajes secundarios que compiten por la atención del lector; por un lado Evan, el atractivo highlander que siempre está pululando alrededor de Leslie, por otro lado Shane, el ayudante “exclavizado” de Leslie, por otro el triunvirato de pelirrojas que trabaja en el ayuntamiento (Karen, Davinia y Vika) y por último, algunos personajes más secundarios como el padre de Leslie (Finn). Todos estos personajes tienen su “momento de gloria” y podremos conocer un poco más de cómo se sienten, piensan o qué esperan de sus vidas.
Para mí, esa dispersión en la trama es lo que me ha permitido seguir leyendo hasta llegar a la parte interesante y más agradable del libro. Si no fuese por eso, habría mandando a Leslie a freír espárragos después de las primeras 10 páginas.
La sensación que tengo, en general, del libro es bastante agradable. Es como cuando haces memoria respecto a algunas amistades, que empezaron realmente mal o te caía fatal y luego, con el tiempo y el roce, se acaba creando un vínculo. Algunas veces esas personas tienen momentos odiosos, en los que los mandarías a darse un paseo para no volver…, pero luego recuerdas que en esencia son buenas personas y les tienes cariño… y les perdonas esos momentos. Pues el libro para mí ha sido así, en general los personajes son contestones, rencorosos, con un poco de mala leche y puñeteros, pero también son buenos amigos los unos de los otros y se quieren y están ahí cuando se les necesita. Así que esos momentos en los que vas conociendo la esencia de sus personalidades provocan un encariñamiento que te hace perdonarles sus defectos y seguir sus meses de convivencia con interés y curiosidad.
Es evidente que la protagonista, maniática, piticursi y repipi sufre una enorme transformación a lo largo de la historia, pero las autoras lo han sabido tratar con bastante gracia para hacerlo parecer gradual y natural. Al final, te das cuenta de que esa fachada perfectamente arreglada sólo es una fachada de una persona insegura a la hora de interactuar socialmente con otras personas y crear un vínculo afectivo.
En fin, que a pesar del comienzo, me ha gustado mucho y es una historia con bastantes momentos simpáticos y divertidos. Además, aunque está catalogada como novela romántica, para mí está a medio camino entre narrativa y chick lit. Muy amena y con muchas situaciones y problemáticas que nada tiene que ver con el amor romántico y sí con los lazos familiares y de amistad.
Lo recomiendo, aunque aviso que hay que tener paciencia y superar al menos las primeras 100 páginas antes de darlo por imposible… ya que a partir de ahí es cuando la historia realmente comienza.
Así que las primeras 100 páginas han sido un total sufrimiento para mí y he seguido leyendo por pura cabezonería porque no me gusta dejar los libros a medias.
Sin embargo, curiosamente, después de ese atasco la cosa mejora bastante. De alguna forma incomprensible se les va cogiendo cariño a los personajes (a pesar de que a mí me seguían poniendo de los nervios con los comentarios, hábitos y gustos de la mayoría de ellos).
Creo que la clave ha sido la ausencia de unos protagonistas destacados. Aunque Leslie es la “protagonista” principal, hay muchos personajes secundarios que compiten por la atención del lector; por un lado Evan, el atractivo highlander que siempre está pululando alrededor de Leslie, por otro lado Shane, el ayudante “exclavizado” de Leslie, por otro el triunvirato de pelirrojas que trabaja en el ayuntamiento (Karen, Davinia y Vika) y por último, algunos personajes más secundarios como el padre de Leslie (Finn). Todos estos personajes tienen su “momento de gloria” y podremos conocer un poco más de cómo se sienten, piensan o qué esperan de sus vidas.
Para mí, esa dispersión en la trama es lo que me ha permitido seguir leyendo hasta llegar a la parte interesante y más agradable del libro. Si no fuese por eso, habría mandando a Leslie a freír espárragos después de las primeras 10 páginas.
La sensación que tengo, en general, del libro es bastante agradable. Es como cuando haces memoria respecto a algunas amistades, que empezaron realmente mal o te caía fatal y luego, con el tiempo y el roce, se acaba creando un vínculo. Algunas veces esas personas tienen momentos odiosos, en los que los mandarías a darse un paseo para no volver…, pero luego recuerdas que en esencia son buenas personas y les tienes cariño… y les perdonas esos momentos. Pues el libro para mí ha sido así, en general los personajes son contestones, rencorosos, con un poco de mala leche y puñeteros, pero también son buenos amigos los unos de los otros y se quieren y están ahí cuando se les necesita. Así que esos momentos en los que vas conociendo la esencia de sus personalidades provocan un encariñamiento que te hace perdonarles sus defectos y seguir sus meses de convivencia con interés y curiosidad.
Es evidente que la protagonista, maniática, piticursi y repipi sufre una enorme transformación a lo largo de la historia, pero las autoras lo han sabido tratar con bastante gracia para hacerlo parecer gradual y natural. Al final, te das cuenta de que esa fachada perfectamente arreglada sólo es una fachada de una persona insegura a la hora de interactuar socialmente con otras personas y crear un vínculo afectivo.
En fin, que a pesar del comienzo, me ha gustado mucho y es una historia con bastantes momentos simpáticos y divertidos. Además, aunque está catalogada como novela romántica, para mí está a medio camino entre narrativa y chick lit. Muy amena y con muchas situaciones y problemáticas que nada tiene que ver con el amor romántico y sí con los lazos familiares y de amistad.
Lo recomiendo, aunque aviso que hay que tener paciencia y superar al menos las primeras 100 páginas antes de darlo por imposible… ya que a partir de ahí es cuando la historia realmente comienza.
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